Entrevista publicada en El espectador (suplemento de El país) el día 1-4-2001.

 

Pregunta: (Acerca de su última película Descubriendo a Forrester) ¿Se ha encontrado alguna vez en su vida con un Pigmalión tan generoso?

Respuesta: Hubo una persona que me ayudó mucho en mis inicios como actor. Mejor dicho, me ayudó a decidirme por esta carrera, porque yo trabajaba en el music hall y recibí una oferta del Manchester United y estuve a punto de dejarlo todo y pasarme al fútbol. Esta persona, el actor Robert Henderson, me aconsejó que empezara por el principio, por prepararme, porque abandoné la escuela a los 13 años. Así que me dijo: tienes que estudiar, trabajar con la voz. Y me dio una lista de 12 libros para que los leyera porque estaba seguro de que así me formaría una idea de lo que es la literatura. Y lo hice, aunque no sé muy bien por qué porque la verdad es que me gustaba mucho el fútbol. El caso es que aquel tour con el musical duró 18 meses. Fuimos a Escocia, Inglaterra, Irlanda, Gales y me pasaba el día en las bibliotecas y las noches en el escenario. Me fijaba en el repertorio de los teatros de cada ciudad que visitábamos y me leía todos los textos. Y lo demás, pues es historia.

P: Se convirtió en aquellos primeros años, por lo que dice, en un lector ávido.

R: Sí, desde luego, en esos 12 libros de que le hablaba estaban los principales títulos de Shakespeare, Bernard Shaw, también Proust, autores rusos; en fin, una lista bastante internacional. Pero lo más importante es que en aquellos años de aprendizaje vi mucho teatro. Iba a las representaciones y aprovechaba para conversar con los actores. A partir de aquella lista surgió el interés por otro libros. Y algo de este interés me ha llevado a entusiasmarme con la historia de Descubriendo a Forrester. El personaje principal es una mezcla de J. D. Salinger y William Burroughs. He leído El guardián entre el centeno y la verdad es que no se necesita ser un intelectual para experimentar la maravillosa emoción que emana de él. Leyendo y pensando en Salinger- Forrester, he podido recrear el entorno del personaje, para hacerme una idea de lo que sería vivir encerrado en un apartamento en un barrio como el Bronx. Es curiosa también su relación con el muchacho y hasta qué punto éste lo ve de una forma tan misteriosa, porque tiene de él una información falsa, que es en realidad lo que ocurre tantas veces en la vida. En mi infancia había un tipo misterioso en nuestro barrio y todo el mundo hablaba de él y lo cierto es que no sabíamos nada de esta persona. Del mismo modo, Forrester, con el misterio que le rodea, podría ser un pedófilo a los ojos de los chicos del Bronx, y todo esto hace más difícil para el chaval su encuentro con él, aunque el título de la película se refiere a Forrester descubriéndose a sí mismo. Cuando le conoce, el muchacho se da cuenta de que el viejo es un aficionado a contemplar pájaros y por eso está siempre limpiando los cristales de las ventanas. Y así se establece la amistad entre ellos. Es ante todo una película optimista, que defiende que las cosas pueden funcionar en la vida, más allá del cinismo que existe.

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