Entrevista publicada en La Guía Clarin.com, el 16-6-2001. | |
"Me gusta alejarme de todo" VIVIR Y DEJAR MORIR. "De vez en cuando me gusta
pasar desapercibido", dice Sean Connery, que vive en España,
en las afueras de Marbella. A Sean Connery no le gusta hablar. Preferiría pasar desapercibido y, como el mítico James Bond, conseguir lo que quiere con una sonrisa y un arqueo de cejas. Pero no le es fácil porque todos esperan que diga algo: sea interesante, genial o rutinario. No importa. Todos esperan algo de Sean. El llegó a Berlín con su usual cara de estar más interesado en encontrar un campo de golf para jugar que en presentar la nueva película que lo tiene como protagonista, Descubriendo a Forrester. Después de todo, tras dar notas durante más de 45 años, es poco lo que le queda por contar, decir o confesar. Y de hecho, contar, decir o confesar especialmente confesar son actividades que, como buen británico, no le divierten en absoluto. De entrada se supo que el señor Connery sólo accedería a hablar con la prensa una sola vez, en una conferencia, y nada más. Y allá aparece él, con su rostro algo endurecido por los años pero igualmente atractivo, con su voz profunda y penetrante, y casi sin pelo cubriéndole la cabeza. Bond, James Bond, tiene 70 años. El tiempo, se sabe, pasa demasiado rápido. En Descubriendo a Forrester, dirigida por Gus Van Sant, Sean interpreta a William Forrester, un autor que escribió su obra maestra siendo muy joven y está recluído hace décadas en su departamento del Bronx casi sin tener contacto con el exterior (si esto suena parecido a la historia de J.D. Salinger, no es casual). Un hecho fortuito una banda de chicos negros que juegan al básquet cerca de su edificio hará que vuelva a la vida. Uno de ellos, Jamal (Rob Brown) no sólo es un gran jugador de baloncesto, sino que demuestra un notable talento como escritor. El contacto entre ambos los modificará y forzará a Forrester a salir del encierro. - ¿Qué le atrapó de la historia
no sólo para actuar sino para sumarse como productor? - ¿Ud. eligió a Van Sant como director? - ¿Pasó lo mismo con Rob Brown? - Ud. también tenía la suya siendo más
joven. ¿Cómo ve a los nuevos Bond, los que lo fueron remplazando? - ¿Vuelve a ver sus películas como Bond? - ¿Y le molesta que le sigan preguntando y lo
sigan considerando el mejor Bond? En cada presentación pública de Connery no faltan los suspiros femeninos. Y las preguntas respectivas. Connery las evade, con displicencia. Ante un ¿cuál es el secreto para seguir siendo tan sexy? dirá: "Discúlpeme, pero eso me lo voy a llevar conmigo a la tumba".Hace poco tiempo, fue elegido como la estrella de cine más importante de la historia de Gran Bretaña. Pero, pese a los aplausos, él dice que "nunca estoy demasiado contento con lo que hago. Lo que más me gusta volver a ver es Indiana Jones y la última cruzada". - ¿Por qué? - Esta película marca como un cambio en su carrera. En lugar de
seguir interpretando a héroes de acción, tiene más
que ver con alguien de su edad. ¿Fue algo buscado? - ¿Y qué tuvo Forrester de particular? - ¿Es muy diferente la forma en la que lo interpretó
a como estaba escrito? Si se pasa o no de la raya, es algo que deberán definir los espectadores de Descubriendo a Forrester. Si bien la película nunca aspiró a los Oscars, tuvo una bastante buena repercusión en el público, cosechando 52 millones de dólares en los Estados Unidos. No le fue, sin embargo, demasiado bien en Berlín con los premios: la película se fue con las manos vacías, tal como había llegado. A Connery probablemente no le haya importado demasiado. Hijo de un camionero de Edimburgo, hoy es más famoso por haber hecho buenos negocios con su dinero que por los premios obtenidos. En realidad, si en algo se parece Connery a Forrester
aquí, en Berlín, es que se nota que le gustaría desaparecer
de la vista de todo el mundo. Que, al menos por un rato, nadie lo reconozca.
Eso, dice, le sucede en su casa en España. "Está muy
alejada y puedo caminar bastante tranquilo por la calle. Sí, de
vez en cuando me gusta alejarme de todo". Y la respuesta podría
haber concluído con un más corto, directo y hasta sincero:
"¿No se nota?" |
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